Chorro de arena de metal
Historia de la tecnología de arenado de metales
El arenado de metales es una tecnología de limpieza mecánica que se obtiene mediante la acción de materiales abrasivos sobre una superficie metálica (sustrato). La energía de las partículas abrasivas se ajusta mediante el flujo de aire comprimido, y luego la mezcla de aire y abrasivo se alimenta a la superficie tratada.
El nombre "pulido con chorro de arena" nos vino del idioma inglés de pulido con chorro de arena. El inventor es Benjamin Chu Tilgman, quien patentó esta tecnología en Estados Unidos en 1870. En la literatura especializada moderna, el término abrasivos de granallado se utiliza con mayor frecuencia en la actualidad, ya que el número de abrasivos utilizados en esta técnica ha aumentado significativamente desde finales del siglo XIX y la arena está prohibida para varios granallados incluso en la mayoría de los países industrializados.
Hay otros nombres para esta tecnología en diversas fuentes, por ejemplo, granallado abrasivo, granallado abrasivo, granallado, granallado de metales, granallado de metales, etc., todo esto no es más que un método de preparación de superficies en el que una mezcla abrasiva presurizada con aire se pulveriza sobre el sustrato, y las partículas abrasivas transfieren la energía cinética de la superficie y las sustancias sobre ella.
El objetivo del arenado de metales es eliminar productos de corrosión, cascarilla, depósitos de carbón, compuestos de moldeo sobre piezas fundidas, revestimientos viejos y diversos tipos de impurezas, así como lograr una rugosidad característica que mejore la adherencia (adherencia del sustrato a la película protectora aplicado a recubrimientos).
Existe la idea errónea de que el pulido con chorro de arena desengrasa la superficie. De hecho, la limpieza anticipada del metal no desengrasado solo tiene consecuencias negativas: las micropartículas de grasa quedan "obstruidas" en el perfil profundo por el abrasivo y afectan negativamente la adherencia de los recubrimientos protectores, aumentando así la calidad del trabajo realizado y la vida útil.
Ventajas tecnológicas
El chorro de arena es el método preferido para limpiar el metal y prepararlo para revestimientos protectores. Esto se debe a una serie de ventajas de este método, tales como: eficiencia, alta velocidad y calidad de limpieza.
Además, la rugosidad de la superficie resultante aumenta el área de interacción entre el metal y el revestimiento protector y mejora la adherencia a nivel físico y químico.
Numerosos estudios llevados a cabo en todo el mundo han confirmado desde hace mucho tiempo que la vida útil de los revestimientos protectores depende más de la calidad de la preparación de la superficie que de la calidad del revestimiento aplicado y cómo se utiliza.
Los principales fabricantes nacionales y mundiales de pinturas y barnices también recomiendan preparar una superficie de metal antes del pulido con chorro de arena.
El pulido con chorro de arena ha ganado una gran popularidad debido al uso generalizado del acero como principal material de construcción, que está expuesto a varios tipos de corrosión durante el funcionamiento.
La movilidad de los equipos de chorro de arena y la baja complejidad de la aplicación permiten que el método se utilice en casi cualquier lugar, incluidos los trabajos en rascacielos y subterráneos, así como la distancia geográfica de los objetos.
Los abrasivos de alta calidad y las tecnologías de recolección y limpieza para su reutilización que han surgido recientemente han hecho que el proceso sea aún más económico y reducido el impacto ambiental.